Desde la Fiscalía de Delitos Económicos detectaron un incremento de "cuentos del tío" a personas mayores, a quienes les explican que por una ley se vieron beneficiados por una "reparación histórica".
La Fiscalía de Delitos Económicos recibió en los últimos dos meses una serie de denuncias -cerca de dos por semana- de jubilados que fueron víctimas de un nuevo “cuento del tío” en el que estafadores del otro lado del teléfono aseguran a las víctimas que se vieron beneficiados por un pago retroactivo de Anses y que, para cobrarlo, deben ir al cajero y hacer una transferencia para iniciar el trámite.
Esa transferencia que deben hacer, en cada caso “casualmente” es prácticamente todo el dinero que los jubilados poseen en la cuenta. Así es como alguien del otro lado del teléfono concreta la estafa, el “cuento del tío”.
La situación parece estar relacionado con el cambio de Gobierno. Los investigadores consideran los estafadores aprovechan los períodos de crisis económica o inestabilidad política para realizar sus delitos. Por citar un ejemplo, pasó meses atrás con los cambios de billetes de animales o próceres, en los que los estafadores aseguraban a las víctimas que dejarían de estar en circulación y que por eso debían entregarlos.
El fiscal Javier Pizzo explica que en estos casos detectados, el estafador se hace pasar por un agente de Anses que explica que, con la asunción de Alberto Fernández a la presendencia, hubo una modificación en la ley 27260 y que, gracias a eso, la víctima es beneficiaria de un pago retroactivo de entre 100.000 y 250.000 pesos.
“Las personas no deben concurrir a cajeros a efectuar transferencias sin corroborar antes la realidad que se les presenta”, advierte Pizzo.
La Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos de la Seguridad Social (UFISES) detectó que, en muchos casos, los victimarios le encomiendan al jubilado o jubilada que se dirija hacia un cajero automático con un teléfono celular para no cortar la comunicación, y una vez allí le indican cómo realizar una trasferencia bancaria a una cuenta determinada. Si los fondos de las cuentas de los damnificados no son suficientes, se los compele a la extracción de un crédito pre-aprobado -también a través del cajero- para su posterior transferencia a la cuenta bancaria suministrada por el estafador.
Las estafas
Oscar tiene 68 años. En enero recibió un llamado de un supuesto empleado de Anses que se aseguraba que, gracias a una nueva resolución, le correspondía un pago retroactivo de 240.000 pesos, pero que, para obtenerlo, debía ir hasta un cajero automático.
El estafador guió a Oscar durante todo el proceso en el cajero automático. Lo hizo realizar una transferencia por “adelanto de haberes” de 11900 pesos y lo engañó de tal manera que intentó que la víctima sacara un préstamos de 150.000. El préstamo, finalmente, no fue otorgado por la entidad bancaria.
Al día siguiente de hacer la transferencia, Oscar no recibió ese pago retroactivo de 240.000 pesos, por lo que hizo la denuncia.
La situación de Tumi -75 años- fue parecida. Había ido al Credicoop de Independencia y Belgrano para retirar 2000 pesos y cuando regresó a su departamento recibió un llamado, de alguien que dice ser del Banco Nación y que le aseguraba que tenía un pago retroactivo para cobrar por 115.000 pesos.
Tumi no escucha bien, por lo que al no entender bien lo que le decían le pasó el teléfono a su hija, quien habló con el hombre, que se presentó como Carlos Sánchez, “empleado de Anses de la casa central en Colón 239 de Capital Federal”.
El hombre le explicó a la hija de la jubilada que la mujer poseía un retroactivo por la “ley 18037” de 115.000 pesos y que, para seguir con el trámite de cobro le pasaría con su compañero, un tal Gastón Murta.
Esta situación le generó confianza a la víctima, quien habló con el otro estafador. El hombre le explicó que debía ir a un cajero automático para realizar el trámite y le pidió el número de celular para continuar la conversación una vez estuvieran en el cajero.
Madre e hija fueron hasta el cajero del banco Credicoop y hablaron por teléfono con el hombre que se había identificado como Gastón Murta. Allí el estafador les pidió que le dijeran cuanto dinero había en la cuenta y pidió que transfirieran todo lo que había -unos 16.000 pesos- a una cuenta de Córdoba para hacer el trámite.
No conforme con este dinero, el estafador les dijo que deberían conseguir otra cuenta más para depositar más dinero y, ante la negativa de las mujeres, quedaron en hablar por la tarde para concretar el trámite.
Al día siguiente las mujeres fueron al Banco Nación, para reclamar por ese cobro de 115.000 pesos, pero desde la entidad les explicaron que no existía ningún pago retroactivo. Al entender que habían sido estafadas radicaron la denuncia.
Consejos para no caer en estafas